No hablamos de hermanos perdidos ni de efectos especiales. El fotógrafo canadiense François Brunelle lleva más de dos décadas viajando por el mundo retratando personas que se parecen increíblemente… sin compartir una sola gota de ADN.

En 2014, este experimento visual llegó a Colombia. Y lo que encontró fue tan asombroso como inquietante: decenas de “dobles” colombianos, de distintas ciudades, edades y orígenes, que compartían rasgos como si hubieran sido moldeados con la misma cuchara genética. Pero no. Eran completos desconocidos.

El periódico El Tiempo documentó esta experiencia en un reportaje fascinante, donde se combinan arte, identidad y tecnología de punta. Porque esta vez, no solo fue el ojo humano el que encontró parecidos: también intervino un software de reconocimiento facial, llamado Open Vision, que analizó más de 200.000 fotografías para identificar coincidencias imposibles.

Algunos datos sorprendentes del proyecto en Colombia

  • Más de 26.000 colombianos de 1.123 municipios participaron
  • El sitio web recibió 140.000 visitas en solo seis semanas
  • Se procesaron 200.000 fotografías
  • Se identificaron 48 parejas de dobles

Imaginá que un día alguien te muestra una foto. En ella, aparece una persona con tu misma cara, pero no sos vos. Al principio reís, pensás que es un montaje. Pero mirás de nuevo. La nariz es la tuya. El gesto de duda, también. Incluso la sombra bajo el ojo izquierdo te resulta familiar.

¿Coincidencia? Tal vez. ¿Perturbador? Sin duda.

Reflexión Tecnológica

Este proyecto demuestra el increíble potencial de la inteligencia artificial para encontrar patrones y conexiones que van más allá de lo que el ojo humano puede percibir. No se trata solo de tecnología, sino de revelar conexiones humanas únicas.

Leé el artículo completo en El Tiempo y descubrí cómo este proyecto sorprendió al país:”